Antonio Muñoz Molina. Nada del otro mundo. Espasa Calpe,
1988, 1993.
Recopilación de 12 cuentos
escritos entre los años 1983-1993. Doce relatos, uno de ellos más extenso que
los demás, el que da título al libro, Nada del otro mundo.
Lo leí hace 25 años, y si la
memoria es frágil, en este caso casi todos los cuentos han permanecido dentro y
fuera de mi recuerdo: dentro porque el volver a reller los mismos me he sumido
en una atmósfera que ya había vivido (aunque aparentemente olvidado) y fuera
porque me ha permitido disfrutar de la maestría de Muñoz Molina al escribir sus
relatos, la forma en la que construye los personajes, fogonazos de secuencias
que nos va acercando y posibilitando que nos metamos a través de los mismos en
las situaciones creadas, vividas o imaginadas por los mismos, y lo que me ha
seducido en esta ocasión es la capacidad de generar finales que se pueden
entrever desde el inicio de las historias pero que muchas veces pasan de largo
para presentarlos en el final del relato como algo súbito y aparentemente no
esperado por el lector.
De nuevo tenemos que vivir muchas
vidas para releer aquello que leímos y que nos llenó, y como dice el mismo en
el prólogo hay que dejar sedimentar en el tiempo para volver a disfrutarlos más
si cabe que la primera vez.
A. Muñoz
Molina “Cómo la sombra que se va” (2014). Barcelona, Ed. Planeta
De
nuevo una novela de novelas de Muñoz Molina, en la que se cruzan la biografía
de James Earl Ray, asesino de M.L. King, y la vida del narrador en diversos
momentos de su vida: en sus inicios como novelista cuando vivía en Granada,
trabajaba como funcionario en el Ayuntamiento y compartía su vida con su
primera mujer y a la espera de su segundo hijo.
Coincide
la narración con el germen de su primera novela de éxito “El invierno en
Lisboa” en la que sin conocer físicamente la ciudad ya la había imaginado en su
novela, con sus calles, sus garitos de jazz, las calles de Alfama tan parecidas
al Albaicín, también con su castillo en la parte superior como la Alhambra en
Granada.
La
coincidencia de que el asesino de Luther King huyera desde USA y Canadá y
permaneciera unos días escondido en Lisboa antes de huir de nuevo a Londres
donde fue detenido, permite al narrador unir eslabones entre la Lisboa que
transitó James Earl Ray y la que él había soñado, la que pudo ver por primera
vez antes de finalizar su novela y la Lisboa a la que acude casi treinta años
después con su mujer y en la que vive su hijo con su pareja.
Como
siempre que Muñoz Molina novela un personaje, la meticulosidad de los detalles
es apabullante. A través de los objetos personales del asesino, imagina no solo
la atmósfera que vivía, sino los olores, los mensajes, todo aquello que nos
sirva a los lectores para meternos en la piel del personaje. Y no solo en los
elementos externos, la atmósfera y la contextualización sino de cómo sentía,
como se vinculaba, una disección de la personalidad a través de los sentidos
que el narrador puede reconocer primero a través de noticias, objetos, hechos
contados autobiográficamente, sino de lo imaginado y llevado por él: un camino
de afuera hacia adentro en el personaje.
También
la novela ofrece retazos sobre el proceso creativo de una novela, cómo se
genera la idea de escribir y cómo se va desarrollando. Y cómo quién escribe
desde la cotidianidad, bebiendo, imaginando y compartiendo con aquellos que
forman parte de su vida. El escritor es una persona que escribe, con sus
deseos, miserias y sentimientos de su vida real que a veces se mezclan en lo
que expresa a través de sus palabras escritas
Novela
que integra hechos históricos con recuerdos personales del autor en una
miscelánea cada vez más presente en las novelas de Muñoz Molina, donde el
autor, el narrador y lo narrado se unen, se acercan y alejan siempre con la
maestría de superar los espacios y el tiempo del concepto de novela total que
persigue este autor.
J. Cercas. El Monarca de las sombras.
Novela que narra la vida de Manuel Mena, tío abuelo del autor que
muere en la Batalla del Ebro a la edad de 19 años como Alférez provisional del
ejército de Franco.
Héroe familiar silenciado desde el momento de
su muerte y del que apenas quedaban testimonios y pertenencias (fotos, cartas,
documentos,...) ya que sobre la persona, la propia familia crea un personaje
silenciado, un mito, sobre el que el autor se propone profundizar.
También es una novela sobre la Guerra Civil,
localizado en el pueblo del personaje, Ibahernando, lugar también en el que
nació el autor y del que emigró con su familia siendo niño en los años sesenta
a la capital de Girona.
Y una novela de agradecimiento y de ligazón
del autor hacia su madre ya que esta quería mucho a su tío. Su madre con 7 años
y su tío con 19 cuando fallece.
La labor detectivesca de Javier Cercas es de
una profundidad e intensidad increíble. A lo largo de la novela tiene que
diferenciar al Cercas novelista del Cercas historiador, pero son tan pocos los
datos históricos sobre los que se puede basar que el personaje llega a ser un
personaje novelado desde el principio al final.
La habilidad de incorporar a personas de su
entorno familiar (madre, mujer, hijo, tíos abuelos vivos y amigos (David Trueba
a lo largo de toda la novela como conciencia y mapa para no perderse en los
vericuetos de la narración y en lo que podía llegar a ser una obsesión por
desentrañar la vida del personaje Manuel Mena).
Novela lograda pero a pesar del esfuerzo del
autor hay demasiada cercanía con el personaje para que llegue a ser un
personaje novelístico creíble. Quizás tenga más valor como testimonio de la
Guerra Civil Española (muchas disgresiones sobre el comportamiento moral de la
sociedad y los comportamientos éticos de los personajes que aparecen), que ya
inició el autor hace más de 15 años con su novela Soldados de Salamina.
Javier Cercas. Soldados de
Salamina. 2001. Barcelona. Tusquests
Novela sobre la realidad, lo
real, basada en el fusilamiento de Rafael Sanchez Mazas, político y escritos,
ideólogo y uno de los fundadores de la Falange. Ministro de Franco durante un
año en 1940.
Novela sobre el proceso de
creación de la novela donde se mezcla lo autobiográfico y lo creativo, la
búsqueda esencial de por lo que uno decide escribir o dejar de escribir. Desde
el periodismo a la novela: un salto casi en el vacío de generos que cada día se
entrecruzan y se exigen más entre sí.
Interesa analizar como desde el
recuerdo se descuidan algunos aspectos de lo acontecido según quien cuente y
según lo que se haya contado.
Vuelve a repetirse el valor del
testimonio: a través de contar evitamos que el último testimonio se pierda con
la persona que recuerda “Pero cuando Miralles muera”, pensé, “sus amigos
también morirán del todo, porque no habrá nadie que se acuerde ellos para que
no mueran”. En esto se parece mucho a Sefarad Hacer literatura y novela a
partir del testimonio y fragmentos de la realidad.
El
impostor de J. Cercas. Randon House, 2014
En esta última novela de J. Cercas se acerca con la
minuciosidad y casi obsesión a desentrañar y comprender a Enrique Marco, un
nonagenario barcelonés que se hizo pasar por superviviente en los campos nazis
y que fue desenmascarado en 2005, tras presidir durante tres años la asociación
española de supervivientes…
“Yo no quería escribir este libro. No sabía exactamente por
qué no quería escribirlo, o sí lo sabía pero no quería reconocerlo; o no del
todo…”
Así empieza este libro de Cercas que intenta comprender el
porqué una persona ha fabricado una mentira a lo largo de su vida.
Con una prosa muy reiterativa en los temas que trata, yendo
y viniendo y preguntándose constantemente por los motivos que le llevan a
escribir el libro y por los motivos por los que Enrique Marco fabricó una vida
paralela, tanto familiar como social.
Al final el autor y el personaje se funde tanto que es
difícil saber donde empieza la labor del novelista y dónde está el personaje/persona
de Enrique Marco.
Es una metanovela, de nuevo, donde el personaje se asimila
al Quijote que también se fabricó una vida fantasiosa para poder sobrevivir de
una vida mezquina llevada hasta ese momento…
Javier Marías. Así empieza lo malo. Madrid, Alfaguara, 2014.
“No hace demasiado tiempo que
ocurrió aquella historia, y sin embargo hoy sería imposible. Me refiero a lo
que les pasó a ellos, a Eduardo Muriel y a su mujer, Beatriz Noguera, cuando
eran jóvenes, y no tanto a lo que me pasó a mí con ellos cuando yo era el joven
y su matrimonio una larga e indisoluble desdicha”
Este es el comienzo de Así empieza lo malo “una historia tenue
de la vida íntima, de las que no suelen contarse o sólo entre susurros”,
contada por el narrador, testigo y partícipe de esa relación.
En este breve comienzo y en solo
cinco líneas el autor nos presenta el triángulo en el que se desarrolla la
novela, situando el punto de enfoque ya sea en el narrador, en Eduardo Muriel o
en la esposa de éste Beatriz. O en la relaciones entre cada uno de ellos,
equidistante y que se amplía en el mundo familiar y social del matrimonio.
La presencia reiterada de
personajes es magnífica: el profesor Francisco Rico (personaje basado en el
profesor Rico, amigo del autor y que aparece en anteriores novelas del mismo),
el Doctor Vidal, cardiólogo y también basado en el Doctor Vidal amigo de Marías
en la vida real), Van Vechten, pediatra y uno de los hilos conductores que nos
llevan en la trama desde los oscuros y grises años de la posguerra española
hasta los años 80 en donde se sitúa la novela. Artistas y directores de cine
presentes en la novela por el trabajo de Muriel, como director y productor de
cine, también permite introducir otro personaje real dentro de la novela, Jess
Franco, tío de Javier Marías.
La capacidad de Marías de
reflejar en su prosa larga, detenida, prousiana cargada de relevancia
filosófica y a la vez descriptiva de los personajes, de las situaciones, del
contexto social del Madrid de la movida (años 80), pero siempre deteniéndose en
pequeños momentos de la misma. Utiliza la narración de esos momentos para
expresarnos como una onda que remueve todo el contexto humano y social la vida
de aquellos años.
El desarrollo de la novela es
magistral: siempre desde la visión de un narrador que lo ve todo, escucha todo
y retiene todo aquello que ve y escucha (en esto el paralelismo entre el
narrador, el joven De Vere, y el joven
Marías como se le conoció en sus inicios como escritor y hasta no hace mucho,
quizás hasta que muere su padre el filósofo y escritor Julián Marías, llaman la
atención). Pero también la habilidad de presentar a través de los personajes,
alguno de ellos exagerados, bufones de sí mismos, en conversaciones en las que
no estamos acostumbrados a presenciar en la vida real pero que el autor nos
invita a ser también voyeur de las mismas (es relevante las conversaciones
entre Muriel tumbado en el suelo, tuerto de un ojo y Marías de pie o sentado,
testigo de los pensamientos, registrando como un psicoanalista o como una
máquina registradora las palabras de quien le ha contratado como secretario).
En Marías no está solo la
capacidad de describir y profundizar en la psicología de los personajes siempre
a través de la descripción de pequeños detalles que amplifican y nos hace
detenernos en los mismos. Siempre encontramos además una representación de los
sentimientos y algunas pasiones humanas que ha ido desplegando a lo largo de
los años en sus novelas. En esta novela nos cuenta de forma homeopática el
desarrollo del rencor, de cómo algo que ocurre en la vida es imposible de
olvidar y está presenta el resto de la vida, en este caso algo que ocurrió
entre la pareja Eduardo y Beatriz y que se convierte en el peso que ya no podrá
quitarse de encima. Y dentro de ellos, en la pareja la muerte de su hijo quizás
tenga un pero menor que la ocultación y la mentira. Historia de una amistad, de
una relación entre un joven de 23 años con la vida, con la vida de los demás de
la que es testigo y de su vida personal. También de crítica hacia aquellos que
vivieron amparados por el franquismo y que reinventaron su biografía en los
años del tardofranquismo o bien iniciada la transición en España. Pero la
traición va más allá a la infidelidad, es como si estuviera por encima de la
misma y esta no fuera más que una consecuencia de la primera. Como muchas de
las historias últimas de Marias también es una novela de amor, de la
imposibilidad de dejar de querer a quien se ha querido, aunque las relaciones tengan
un final ya sea a través del divorcio (que todavía no estaba legalizado en
España en el momento del desarrollo de la novela) o través de la muerte de
alguno de los protagonistas.
De nuevo una novela total,
elegida por los críticos como la mejor novela publicada en el 2014 y que
constituye un placer leer de cabo a rabo.
Máscaras. 1ª ed., Barcelona,
Tusquets (1997)
Segunda entrega del detective
Mario Conde.
Centrada en la investigación del
asesinato de un travesti en el Bosque de La Habana (Almendrales).
Hace un análisis de la
homosexualidad y de los travestis en la Cuba de los años 80. Teniendo en cuenta
que la homosexualidad estaba perseguida, el detective se plantea dónde están
ese casi 5% de la población que se supone homosexual. Y hace un recorrido del
sufrimiento, del anonimato, de la persecución y postergación de todo aquello
que rompe con ese idea pseudo-revolucionaria y unificador del socialismo.
Los personajes no tienen
desperdicio: desde el Marqués, antiguo y respetado autor y director teatral, el
submundo de los gais en La Habana, la familia del asesinado, los amigos de
Mario Conde, su subordinado, sus jefes, etc., siempre con una humanidad
exquisita y cercana.
Siempre planea la personalidad de
Mario Conde donde por primera vez Padura cuenta uno de sus cuentos tras años
sin publicar (Conde es un escritor frustrado metido a policía del departamento
de homicidios). Casi tan valioso de la trama de esta nivela es el cuento que
narra Conde y que voy a sintetizar con las palabras del Marqués una vez que lee
el cuento que él mismo titula La muerte del alma en presencia de Mario
Conde:
“- Conoce El extranjero? -el Conde afirmó y su huésped volvió a sonreir-.
Bueno, es que su guagüero me recuerda al señor Mersault de El extranjero… Es hermosa esa posibilidad metafórica, ¿n0? El
existencialismo francés y las guaguas cubanas enlazados por la insistencia del
sol (…)” (Pag. 218).
“(…) Imagínese ud. esta lectura
del cuento: no hay explicación lógica ni dialéctica al irracionalismo de sus
personajes ni de su anécdota; es evidente la incapacidad de estas criaturas
para explicar la desorganización de la vida humana, mientras que el detallismo
naturalista del narrador no hace más que reforzar la desolación del hombre que
ha recibido, no se sabe de dónde, una iluminación de su existencia. (…) (Pag.
219).
Cómo resuelve Mario Conde este
asesinato: observando, planteando hipótesis, averiguando sobre el terreno,
preguntando y hablando con su subalterno, compartiendo con sus amigos las
desazones de sus averiguaciones y dejándose llevar por sus intuiciones y a
veces por sus sueños.
Cuando tiene una intuición, sigue
con ella. Confía en ella como elemento que le lleva por el camino de la
averiguación.
Esto en cuanto el personaje Mario
Conde. Pero no hay personaje sin contexto, sin análisis de la sociedad en la
que vive, de las limitaciones impuestas por el Sistema, y sobre todo acompañado
por sus amigos y las personas más cercanas. En esta entrega Padura profundiza
en el transformismo y la homosexualidad desde la óptica de la sociedad
habanera, cubana, socialista y machista. Los ingredientes están ahí (rechazo
parental, del Sistema, de lo nuevo, la corrupción, la cultura, el arte, las
depuraciones,…) para que Padura de forma magistral nos empape con sus teorías,
sentimientos ambivalentes y a fin de cuentas disfrutar de buena literatura.
La
Transparencia del tiempo. Leonardo Padura. Barcelona, Tusquets 2018
Última novela de Padura y última entrega del personaje de
Mario Conde. El tiempo pasa de forma implacable y sitúa al expolicía a punto de
cumplir 60 años, una edad que quiere celebrar con sus entrañables compañeros y
amigos de toda la vida en una Habana que se polariza entre un raval que acoge a
los desplazados y emigrantes procedentes del Este de la Isla, en barrios cada
vez más pobres, como en cualquier ciudad que acoge sueños y deseos de futuros
de aquellos que tienen muy poco que perder.
Y esa otra Habana que permanece y cada vez más refleja la
especulación y la vida regalada para aquellos que quieren hacer dinero a toda
costa aún en el límite de la legalidad y siempre en trabajos marginales de
compraventa de aquello que para algunos supuso un lujo mantener.
Y entre estas dos Habanas la de Conde, la que pervive en el
recuerdo de aquellos que no se mudaron pero que sufrieron en la permanencia de
la Isla los sueños rotos de décadas de socialismo y Libertad.
En esta ocasión Conde tienen que investigar el paradero de
la escultura de madera de una Virgen negra, a modo de una Virgen de Regla
traída a España por el abuelo de uno de sus antiguos compañeros del Vibora,
Instituto de los años adolescentes de Conde y amigos. En esta ocasión no solo
hay un muerto, sino dos y Conde está apunto de morir también tiroteado. Quizás
es la metáfora de cumplir los sesenta, se llega, cansado, y se continua como un
sobreviviente de años que quedan por venir.
De nuevo la amistad, el amor por Tamara y el pasado que se
mezcla con su presente y deseos de seguir escribiendo y por que no de seguir
viviendo
El hombre que amaba los perros.
Leonardo Padura. Barcelona, Busquets, 2009
Historia contada desde cuatro puntos de vista: desde el
narrador, la historia de Leon Troski, la
vida de Ramón Mercader y cómo se van hilvanando y entrecruzando en el tiempo y
ya sea por causalidad la historia termina con la muerte del protagonista que
aparece y desaparece como continuun de la misma.
Y como siempre Padura parte de una historia de Amor y de
agradecimiento: desde la primera línea de la novela nos cuenta cómo el narrador
pierde a su compañera y cómo esta es la que invita a él a escribir una historia
que mantenía en secreto.
Y también es una historia no solo del encuentro entre la
víctima (Troski) y su verdugo (Mercader) sino entre todas las víctimas y
verdugos de la historia sobre todo de todos aquellos perdedores que han sufrido
la tiranía de una ideología y de nepotismo en sus vidas. Soldados y
revolucionarios y ciudadanos que han sucumbido por sátrapas y dictadores, ya
sean envueltos en la retaguardia de los conflictos o bien por decisiones que se
toman para mantenerse y ejercer el poder.
Por este motivo arranca desde el origen de un conflicto
familiar en una familia burguesa catalana donde la mujer se trasmuta en una
revolucionaria que quiere vengar a su marido burgués y perverso y enrola a su
hijo mayor en esa venganza a que al fin va a dar lugar al asesinato de León
troski.
Obra maestra con la que se disfruta en una larga y llena de atardeceres
de lectura.